Archivo | abril, 2012

Si vamos a hincar los codos, que sea con estilo

12 Abr

¿Quién ha dicho que las mesas de estudio son solo para estudiar???  Yo, durante mi vida de estudiante he pasado casi tantas horas dibujado, escribiendo poemas o fantaseando en ellas como hincando los codos, aunque si que es verdad que me hubiera gustado hacerlo en alguna de estas.

Por ejemplo, en esta increíble mesa y sillita de la veterana marca francesa Tolix, todo un icono de la estética industrial, que se ha encargado de revivir Andriot Chantal. Este pupitre, de chapa metalica pintado en rosa, pertenece a su colección para niños.

via Tolix

Siguiendo en la línea retro, aquí tenemos otra opción. El pupitre de toda la vida, ahora vintage, de la marca francesa Lei y li.

via Lei&li

Y en la France nos quedamos, como casi siempre, porque también Laurette tiene en su catalogo mesas de estudio. Esta para los más peques y de nuevo, con opciones de colores.

via Laurette

Pero no solo de vintage vive la decoración infantil. Dentro de la mesa y silla sin más, también hay muchas propuestas que no recargan la habitación. Por ejemplo, esta gris-perla de la boutique Mini Bulles hecha en Canadá.

via Mini Bulles

Ahora, a hincar los codos, pero que sea con estilo.

La lavadora ha cambiado más el mundo que Internet

7 Abr

Si hay una actividad doméstica que detesto de todo corazón, es poner la lavadora.

No sé, debe ser lo más parecido a ver una ópera sin que te guste la ópera. Primer acto: meter la ropa sucia  en el bombo, segundo acto: sacar y tender la ropa mojada, tercer acto: recoger la ropa haciendo dos montoncitos,  el que es para planchar y el de la ropa que definitivamente te pondrás arrugada solo por no tener que planchar, y cuatro y último acto: devolver la ropa a los lugares de los que incialmente salío: comoda y armario de tu habitación.

Una actividad agónica, larga y tediosa cuya recompensa es escasa y sobre todo, corta en el tiempo, porque, atención madres primerizas, si aun no lo habeis hecho, cómpraros un traje de buzo, chubasquero o túnica porque el regurgite puede llegar cuando menos y a donde menos os lo esperéis. Así que a mi juicio, poner la lavadora es lo más parecido a un castigo divino; un bucle espacio temporal que nunca se interrumpe y que a medida que va aumentando la familia, aumenta su frecuencia y carga.

El caso es que el otro día, leyendo uno de esos libros telegráficos que he de leer desde que soy mamá y ya que no tengo ni la vigilia suficiente ni el humor necesario para mantener mi atención en una novela, me sorprendí con un capítulo dedicado a explicar las lindezas que este electrodoméstico, la lavadora, ha supuesto en la independencia de las mujeres, en su intento de igualación con el hombre y en la historia del feminismo en general.

El libro en cuestión es el muy, pero que muy recomendable: 23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo (ed. Debate); obra de divulgación del economista Ha- Joon Chang  que trata de poner en claro los argumentos que los defensores del libre-mercado nos tratan de colar. El objetivo, como el propio autor explica en el prólogo, que sepamos que nos la están dando con queso porque, aunque para él no existe mejor sistema económico que el capitalismo,  en nombre del libre mercado se han hecho y continúan haciendo grandes fechorías que, amparadas en eso de que el común de los mortales no sabemos de finanzas o economía, se dan por inevitables. Y no es así. Al menos eso es lo que trata de demostrar Chang. Una de ellas, el capitulo que voy a reseñar a continuación  titulado «La lavadora ha cambiado más el mundo que Internet»

Y es que  una de las creencias que mayor incidencia está teniendo en la economía actual es la supuesta «revolución de las tecnologías de la comunicación». Las famosas TIC, que según nos dicen expertos, analistas, empresarios y políticos, suponen un antes y un después en el desarrollo humano, algo en apariencia incontestable pero ¿suficiente para revolucionar el mundo? ¿suficiente para cambiarlo? Según los defensores del libremercado, sí. Su desarrollo ha logrado la globalización, es decir, que las fronteras se difuminen, que la presencialidad no sea necesaria, por lo que- y eso es lo que nos cuentan-  hay que adaptarse al nuevo escenario y borrar otro tipo de limites… los del mercado, claro. Sin embargo, Ha- Joon Chang  no lo tiene tan claro y de ahí el titulo del capítulo.

Dice este economista que los efectos economicos y sociales del desarrollo de estas tecnologías en los procesos productivos no es que se estén sintiendo mucho, mientras que un avance como el de la lavadora  o la aparición de otros electrodomésticos sí que supuso toda una revolución en nuestra organización como comunidad, ya que al reducirse enormemente el trabajo doméstico, las mujeres pudieron incorporarse al mercado laboral; una mayor participación que elevó su status dentro y fuera de la casa , lo que tambien ayudó a reducir la preferencia por los hijos varones y aumentar la inversion en la educación femenina, lo que a su vez volvió a aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral…

Y no, Chang no se olvida de todo lo demás. Ni de las feministas, ni de la píldora, ni de la presion social, ni de las revueltas ni de otros avances que colaboraron y trabajaron por la igualdad. Simplemente recuerda que el ahorro de horas invertidas en los trabajos domésticos ( según un estudio de la US Rural Electrification Authory,  de 4 horas a 41 minutos solo en el proceso de lavar la ropa y de 4,5 horas a 1,74 en planchar con una plancha eléctrica) logró un nuevo destino para ese tiempo , y recuerda que «el grado de globalización ( es decir, de apertura nacional) no lo determina la tecnología, sino la política»

Así que desde que leí el capitulo miro de reojo la lavadora, mi particular piedra de Sísifo, en la despensa y pienso lo injusta que he sido todos estos años con ella. Espero que no me guarde rencor, que mañana toca hacer colada.

Naif: mejor entre las manos

5 Abr

¡¡¡Que contenta estoy!!! Ayer me llegó a casa el último número de Naif Magazine. Este año me he suscrito y ahora que la tengo entre mis manos, vuelvo a confirmar que hay cosas que no se pueden tener solo en el formato digital. Menos si hablamos de discos, libros o revistas como esta. Todavía huele a tinta y eso me encanta. Además, es la lectura perfecta mientras duerme la nena. Articulos ligeros, no en contenido, pero sí en extensión ¡¡¡Lo justo para no dormirse tras una larga, larguísima jornada!!!

Y es que Naif, como dice su subtítulo, es un «Magazine para padres contemporaneos». O sea, que lo mismo te habla de ropa para el crío o del último carricoche que ha salido en el mercado, que del ultimo disco de Björk y las aplicaciones de Appel que acompañan a cada cancion para que los niños descubran el mundo de la ciencia. De momento voy por la página 58, así que todavia tengo lectura para un par de siestas de la nena.

consulta aquí su versión online

En días de procesiones: el regurgite va por dentro

3 Abr

Esta niña es un genio. Hoy la nena ha conseguido todo un hito en el desarrollo de  sus capacidades digestivas: ha logrado regurgitarme encima sin mancharse a si misma y sin manchar  mi camiseta.

¿Como? Pues  ha metido su carita en mi cuello con una inlcinación tal  y tal precisión, que el regurgite  se ha deslizado por mi  clavícula como si fuera un tobogán via canalillo hasta mi ombligo.

Via Wikipedia

El resultado: nada por aquí, nada por allá… el regurgite va por dentro. Ta claro, un genio.