Tres segundos tres.
Desde que soy mamá tengo memoria de pez. Todo lo tengo que apuntar. Miro en la nevera qué hace falta comprar y al instante lo he olvidado, así que tengo que abrir de nuevo el frigorifico y anotarlo en un papel. Lo malo es que cuando llego al super ya he olvidado en que bolsillo lo guardé. Tres segundos tres.